Pasan los días y más o menos la sensación es la misma. A ver si me explico, es esa sensación de que tienes una bomba en tus manos con dos cables: el cable azul la explota y el rojo la detiene. Y tu estás ahí en medio de dos grandes decisiones, sabiendo que tienes que cortar el cable rojo pero realmente estas deseando cortar aquel cable azul. Llámame masoquista, ilusa o incluso suicida emocional pero tu eres mi cable azul, mi conducto para la dinamita y mi
Entonces aquel jueves por la tarde te vi y me fijé que entre tus manos llevabas escondida otra bomba y que uno tus cables llevaba mi nombre y supe que el problema no era el explotarnos, sino quien se arriesgaría a iniciar aquella explosión.
Valiente
¿Quién?
