jueves, 16 de febrero de 2012

Y llegamos..

Se llega a un punto en el que dices "Vale, no pasa nada lo intentamos de nuevo", porque ves al pasado y confías plenamente en que el día de mañana volverán las mismas sonrisas, la complicidad o el deseo. Y al principio lo ves fácil porque solo piensas en ello, pero cuando te olvidas de esas palabras, volvemos a ser quien eramos y así sucesivamente todo se vuelve en un gran círculo vicioso.
También se llega a un punto en el que estar dentro de eso te cansa, te produce estrés y ganas de discutir. Lo cual empeora cada vez más las cosas porque aunque no lo quieres dejar ir, aunque te aferres a ello totalmente, en el fondo una parte de ti sabe que ese no es tu camino. Y si hay algo que se aprende con la experiencia es que en la vida hay que seguir hacia adelante, no dar vueltas una y otra vez.
Lo que no sabes es que llegas a un punto en el que un día te despiertas y dices "hoy no volveré". Te bajas de ese coche y sigues caminando sin volver a mirar atrás, esta vez sin miedo a no saber a donde ir, sin miedo a estar solo, sin presión y sin arrepentimientos.
Y el destino te dirá si es la decisión más correcta, porque cuando quieres a alguien de verdad, tan solo buscas su felicidad y si según él gracias a mi, él es la persona que es en este momento y ha dejado de ser una persona buena, pues entonces me alejaré lo máximo posible. Lo único que quiero es su felicidad.

DC

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