jueves, 7 de abril de 2016

Verdades

Después del paso de los días supe que se había acabado. ¿Le había amado realmente alguna vez? ¿O era adicta al dolor? Al exquisito placer de querer a alguien tan inalcanzable. Y se acabó, me había desatado de él. Era libre, pero no había nada de exquisito en ello. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario