martes, 14 de agosto de 2012

Te recuerdo en noches como esta

Prometí darle una última calada y te lo pasé. Aún recuerdo esa sonrisa, agradeciéndome que no lo haya terminado yo sola. Mi mano, en contacto con la tuya, dejo de tiritar. Aunque fuese verano, el mar acompañaba el frío.
Nos habíamos conocido de hace un par de horas pero actuábamos como si nos conociésemos de toda la vida. Llevábamos ya un rato tirados en la arena, sin ningún sitio a donde ir. Nos importaba bastante poco la hora, y bastante poco menos las expresiones de la gente que pasaba por ahí. Te miré a los ojos. Me enredaron. Caímos ambos en medio del silencio, tan solo escuchábamos las olas del mar. Notaste mi frío y me agarraste, tus dedos se clavaban en mi espalda. Yo aún vigilaba tus ojos verdes para que no se escaparan. Tú recorrías mi espalda para que no pasase frío. Nuestras sonrisas eran las anfitrionas de esa noche. Y... Perdone, ¿puede repetir?


BL


No hay comentarios:

Publicar un comentario