Eran una hora cualquiera, de un día cualquiera, de un momento cualquiera y él se había alejado de su realidad desde hace ya un par de minutos. Miraba el paisaje que le rodeaba, todo era más perfecto de lo que se esperaba. Sabía que tenía que volver en cualquier momento, la gente hablaba a su al rededor pero sus voces eran muy lejanas.
Se descubrió pensando en ella, en el olor de su cuerpo, su sonrisa y su piel. Recordando aquel día en la que la tuvo y la vio por última vez, cuando le dijo "me tengo que ir ya, tengo demasiadas cosas que hacer". Ahí es cuando ella envolvió sus piernas a su alrededor y no tuvo otra opción que caer víctima de ese momento. La verdad es que no quería irse a ningún otro lugar.
-"¿En que piensas?" le dice de nuevo su realidad
-"En nada en especial..." sus palabras mentían, pero su sonrisa hablaba por si sola
WC
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