domingo, 17 de julio de 2016

El destino y sus coincidencias

Los colores se difuminaban a su paso creando una mezcla indescriptible, los olores se avivaron bruscamente y su corazón de repente se detuvo durante un par de segundos. Había unas cuantas personas a su alrededor pero ante todo estaba él, él y su mirada fija. Si, no podría negar que aquello era más que estupendo. Ella siguió adentrándose, intentando no darle importancia a todo eso y siguiendo con su vida. Pero no podía dejar de pensar en él, en su aspecto peculiar, tan cuidado y a la vez un poco desaliñado. El pelo de punta, un poco revuelto  y unos vaqueros que le quedaban la mar de sexy. Y esos ojos verdes, esos ojos que hacen que cualquier chica sonría bajando la mirada...







No hay comentarios:

Publicar un comentario