lunes, 3 de septiembre de 2012

Estoy bien

A medida de que creces te van jodiendo la vida, pero también la vida te va dando gratas sorpresas, aprendes que no hay monstruos en el armario y que los reyes magos no te vigilan para ver si has hecho algo malo, que los malos no son tan malos y los buenos no son tan buenos. Aprendes que no existe el chico perfecto, que todos los tíos son unos cabrones a su manera, los que lo hacen inconscientemente, los que lo hacen queriendo o los que ni siquiera saben ni joder.
Pero a medida de que creces aprendes también aprendes que los conciertos están para dejarse la voz y los pies, que la música mueve el mundo, que los besos a escondidas saben mejor, que un baño de agua fría sienta tan bien como uno caliente, que hay personas que son geniales y a la vez, hay personas que mejor ni les llamamos personas.
También se que hay personas que después de haber compartido millones de momentos ya ni te saludan por la calle, que hay otras que se mantienen siempre y que el amor se divide en frases (me gusta, me encanta, me ralla, es tonto, me ralla, me encanta otra vez, le quiero, le amo, que se muera, paso de él, y olvido) que hacen un círculo vicioso. Sé que los tacones a las seis de la mañana ya no están en los pies, que las medias se rompen muy fácilmente aunque prefiero que se rompan en la cama y que el pintalabios rojo es mágico.
Que decir "es una larga historia" es sinónimo de "no me apetece una mierda contarla", que hay canciones para cualquier instante de tu vida, pero sobretodo, lo que he aprendido es que sé que cuando una chica te dice "no te preocupes, estoy bien" en realidad no lo está. Así que si cualquier tío escucha esto ¡ ABRÁZALA IMBÉCIL!




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