miércoles, 12 de septiembre de 2012

Si lees esto me debes un beso

Él ya sabía que era una chica con los labios besados, que era demasiado loca para él, que se podía derrumbar de un momento a otro pero que en menos de una décima de segundo le daba un puto venazo de felicidad que le cambiaba el día. Sabía que ella no tenía miedo a la vida porque había aprendido a reírse de ella. Sabía que le tenía miedo a las alturas porque un día estuvo viviendo en las nubes y terminó estrellándose contra el suelo, sabía que sus sueños se habían roto mil veces y ella había dedicado las noches del verano a unir los pedazos. Que nada ni nadie ha conseguido borrarle esa sonrisa jodidamente perfecta de la cara. Sabía que su mundo empezaba en las nubes y acababa en las estrellas. Que solo él la ponía nerviosa y con una mirada bastaba para hacerla sonreír. Sabía que era todo lo contrario a él, que ella era como las locuras de los sábados noche y él como las tardes tranquilas de domingo, que ella ni siquiera le preocupaba su presente y él vivía planeando su futuro y recordando su pasado, él era del norte y ella había perdido el norte hace tiempo ya y aunque lo sabía, allí estaba él. Mirándola y loco por ella hasta las trancas.


WC


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