viernes, 11 de enero de 2013

Buenas noches guapa

Desde la terraza de su habitación podía verlo todo sin que nadie supiera que tenía como costumbre observar el cielo. No era curiosidad, sencillamente le atraían las vidas ajenas a ella, se sentía bien. Noche tras noche dedicaba un par de minutos a sentarse y esperar, miraba al cielo y pensaba en cuantas personas más estarían viendo lo mismo que ella, con cuantas personas estaría compartiendo sus pensamientos.
Adoraba ver como poco a poco la noche se iba rindiendo al silencio y pensaba en lo que podía estar soñando cualquier otra persona. Buenas noches se decía para si misma. Entonces, volvía a su cama y apagaba la luz esperando que alguien desde su cama estuviese pensando "Buenas noches, guapa". 


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