domingo, 27 de enero de 2013

Sunday bloody sunday

Las vistas perdían protagonismo frente al cielo que me ofrecía un atardecer naranja, de esos que ningún pintor lograría captar jamás. Ella estaba sentada, con unas cuantas caladas de un cigarro bailando todavía en los labios y el humo encerrado en la mirada. Era uno de esos momentos que dedicaba a respirar sintiendo el aire de verdad, a observar la velocidad del mundo, los que volvían a sus casas, las risas lejanas de un grupo de niños, dos ancianos que paseaban cogidos de la mano...
Siempre había encontrado cierto placer en sentarse acompañada por algunas notas de Louis Prima y pararse a observar el mundo, estar fuera de él un momento, como si no existiera. Momentos que le daban algo de paz. Aún así sentía que faltaba algo en su vida, como su hubiese un vacío que no podía llenar. Echaba de menos algo. 
No tardo mucho en descubrir lo que lo era. No sabía porque tenía ganas de volver a tener aquello que fue tan efímero y tan intenso. La sorprendió aún más porque aunque le gustaba se supone que eso no iba con ella ni su estilo de vida ni lo que se supone que quería. Se había mentalizado de ello. 

Aún así pensó:  
"Si todo seguía como aquella vez
Si nada había cambiado. 
Quizás él, seguiría teniendo esas ganas locas de volver a verla."

No se atrevió a averiguarlo. 


WC




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